Iron Maiden (1980)

Difunde cultura

Que se puede decir de una banda de rock que ya forma parte de nuestra historia y no tan solo como influencia de una generación, sino del propio género en si mismo. Es dificil mantenerse en el alambre del mundo artístico tras tantos años de recorrido (un poco mas de 40 aproximadamente), algo que tan solo los grandes son capaces de conseguir, Iron Maiden es uno de esos grupos, uno de los que tomó el relevo generacional a las bandas rockeras de los 60-70 dando lugar al movimiento La Nueva ola del heavy metal británico, en inglés: New Wave of British Heavy Metal o comúnmente abreviado como NWOBHM.

Un dificil reto, muy dificil teniendo en cuenta la calidad artística de los artistas predecesores, Thin Lizzy, Black Sabbath, UFO, Led Zeppelin, The Who, Jimmy Hendrix, Deep Purple, Jethro Tull… y sin embargo Iron Maiden irrumpía con una fuerza increíble en la escena internacional el 14 de abril de 1980 con su primer disco llamado “Iron Maiden”, rindiendo tributo al nombre de la banda.

Si bien en este primer álbum entre los componentes encontrábamos a Steve Harris en el bajo, Dave Murray a la guitarra, Paul Di’Anno como vocal, Dennis Stratton guitarra (sustituido por Adrian Smith en el siguiente álbum “Killers”) y Clive Burr a la batería, hay que recordar que Paul Di’Anno solo grabaría este LP y el siguiente “Killers”, debido a sus problemas con el alcohol y las drogas (reemplazado por Bruce Dickinson), y el gran batería Clive Burr igualmente solo permanecería hasta el tercer álbum “The number of the beast” (sustituido por el actual Nicko McBrain). En 1990 se unió a la formación el tercer guitarra Janick Gers, miembro activo hasta el día de hoy.

Este primer álbum “Iron Maiden” abre título con Prowler, una canción lírica que ya marcaba claramente el estilo y los ritmos musicales reconocibles de la banda, un tema de rock entre lo sucio y lo melódico, marcando la senda de lo que mas adelante se convertiría en un nuevo subgénero, el Thrash Metal.

Me temo que a estas alturas del artículo ya no puedo contenerme y diré que afortunadamente pude verlos en el WiZink Center allá por el 2016 en su gira The book of souls.

Gira The book of souls (2016) – WiZink Center Madrid

Como segundo tema encontramos Remember Tomorrow, una gran canción que comienza como una balada para dar paso a continuación a una tormenta de acordes y riffs volviendo de nuevo a convertirse en suave melodía haciéndonos recordar esta estructura musical algunas canciones de otros grupos de rock posteriores como los Guns and Roses (November Rain, Estranged), Michael Jackson (Dirty Diana, Give In To Me) entre otros.

El tercer tema es uno de esos completamente mítico entre los rockeros, Running Free, mas que una canción, un himno universal dedicado a la rebeldía de la juventud y una llamada a la huida de las reglas pre establecidas. Poco mas que decir, un tema que todo buen rockero debería conocer mas que de sobra.

Entrando ya de lleno en el disco ahora golpea con fuerza y determinación nuestros oídos Phantom of the Opera, un tema de gran potencia lírica y ritmos apabullantes alternando con momentos de calma, que continúan afianzando el estilo marcado por la banda en los temas anteriores. A estas alturas del disco uno ya está inundado por la sensación de querer más y más (como el buen sexo sucio de Woody Allen)… ya no hay posible marcha atrás, esos acordes se clavan en tu cerebro como afiladas agujas de precisión quirúrgica. Es el momento perfecto para abrir una cerveza y disfrutar del momento.

Quinta canción del LP, Transylvania, es un cañón de canción, nos lleva a lo mas alto del éxtasis musical del disco con los acordes y ritmos del marcado estilo de la banda, toda ella instrumental, puesto que no necesita decir nada para transmitirnos toda la potencia y el estilo musical punk-rock de este primer álbum de Iron Maiden.

Strange World es la sexta canción del LP que se nos presenta como balada, por que quizás haya gente que no lo sepa, pero las baladas de Heavy metal / Rock & roll son las mas hermosas del mundo (junto con la música clásica claro). Disfrutaremos de esta canción escuchando su melodía, para cerrar los ojos y dejarse llevar.

Séptima y penúltima canción del disco, Charlotte the Harlot, es un tema indescriptible, una fusión entre una canción de desamor y el rock mas sucio rozando el punk por momentos que nos hará sentir estar escuchando algo realmente único, un tema brutal, épico.

Iron Maiden es la octava y última canción cuyo título da nombre al disco, primero de la banda, que alcanzó la categoría de disco de platino. Una canción que roza lo underground entre ritmos propios de garaje pero con un estilo inconfundible, el estilo Iron Maiden, la doncella de hierro ha llegado sin duda para quedarse.


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