Hand. Cannot. Erase. (2015)

Difunde cultura

En muchos sentidos, siento que la música de una textura pura sigue siendo la mejor manera de evocar un sentimiento particular, algo así como el sonido reducido a su forma más elemental; es la razón por la que gran parte de esta música se adapta perfectamente a los medios visuales. En el mundo del cine nuestras emociones están frecuentemente bajo la influencia de alguna «no música» bastante experimental. La música y el cine fueron de la mano para mí en mi viaje de descubrimiento. Directores arriesgados como David Lynch y Stanley Kubrick agudizaron mi apetito por las posibilidades de lo que podría resultar cuando la música y la imagen se combinan. Puede ser al azar, pero cuando trabajan juntas en perfecta armonía, creo que es la forma más poderosa de expresión artística que existe”.


Limited Edition of One, Steven Wilson, 2022

Joyce Carol Vincent murió por causas desconocidas en un apartamento de Londres frente al televisor mientras envolvía regalos de navidad. Su cadáver no fue descubierto hasta dos años después, cuando el propietario del piso forzó la cerradura por los retrasos en los pagos del alquiler. Nadie la echó de menos durante esos dos años: ni sus vecinos, ni sus amigos, ni sus hermanas, ni la asociación de mujeres a la que acudió como víctima de violencia de género. Nadie se preguntó el porqué de su dilatada ausencia. Joyce murió olvidada por todos. Cantaban los Beatles en Eleanor Rigby: “Eleanor Rigby / Died in the church and was buried along with her name / Nobody came (…) All the lonely people (ah, look at all the lonely people) Where do they all come from? All the lonely people (ah, look at all the lonely people) Where do they all belong?”.

El enorme e ínclito Steven Wilson se basó en esa muerte ignominiosamente ignorada y grabó este fantástico disco conceptual. Wilson crea una narrativa musical elaborada con una crónica vital de fondo sobre la mujer protagonista del álbum (para la edición de lujo hizo hasta réplicas de un certificado de nacimiento, un informe escolar y un cuaderno de bocetos). Es la primera vez en la carrera de Wilson que hay una fuerte presencia femenina en todo el disco, apoyándose en las voces de las cantantes Ninet Tayeb y Katherine Jenkins. Con respecto al reto de reflejar esta visión el propio Wilson declaró: Que otros juzguen si lo logré o no, pero estoy increíblemente orgulloso del álbum porque funciona como un pack completo: canciones, historia, interpretación, producción y concepción artística, todo complementándose entre sí a un nivel muy alto”. Este álbum juega metamusicalmente con el pasado, presente y futuro de la carrera artística de Steven Wilson. De manera orgánica e intuitiva Wilson trabaja bajo el prisma del rock/metal progresivo de su mítica banda Porcupine Tree, el enfoque acústico intimista que le acerca a cantautores como Nick Drake o Elliott Smith y sus influencias pop, que van desde Kate Bush a Peter Gabriel o Talk Talk. La melomanía de Wilson se transparenta a través de este disco ambicioso, pulido y lleno de obsesiones y guiños personales.

First Regret / 3 Years Older abre el disco de una forma sutil pero directa, generando una atmósfera de variaciones musicales que nos sumerge en el tono atmosférico, narrativo y casi cinematográfico, desplegándose como una banda sonora. Los siguientes dos temas: Hand Cannot Erase y Perfect Life son un claro ejemplo del pop británico que tanto adora Wilson. Son temas que, con estructuras lineales pero muy efectivas, provocan un fuerte halo de melancolía. La voz de Katherine Jenkins en Perfect Life recita y narra la vida perfecta de una niña de 13 años hablando de sus influencias musicales: Dead Can Dance, Left o This Mortal Coil, grupos todos ellos de una imaginería y música oscura, gótica y tremendamente melancólica. Routine es una canción sobre una mujer que ha perdido a su marido y a sus hijos, pero sigue con su rutina diaria como si nada hubiera pasado. Pasa por las típicas etapas de negación, ira y finalmente aceptación. La voz de Ninet Tayeb aparece por primera vez con una tonalidad suave pero salvaje, y el virtuosismo de Wilson se entrelaza a la perfección con la tonalidad de Tayeb dejando que los ecos del rock progresivo se disparen.

Home Invasion / Regret #9 / Transcience nos traslada al reconocible espacio épico de Porcupine Tree mediante un tema progresivo que se adapta perfectamente a una cierta tonalidad de ambient rock, conectándolo con Mike Oldfield, Jean-Michel Jarre e incluso King Crimson o Pink Floyd, acabando con un tono místico medieval. Tema apoteósico. Ancestral es el tema paradigmático para los amantes del rock progresivo más pulcro. Un verdadero temazo de más de 13 minutos que hace las delicias de los oídos más exquisitos. Aparece de nuevo la voz de Ninet Tayeb contrastando con los potentes riffs y solos guitarreros. Un tema enérgico y al mismo tiempo reflexivo de una delicadeza sublime. Happy Returns / Ascendant Here On… adopta un enfoque similar a Heartattack In A Layby (canción de uno de los mejores discos del siglo XXI: el impresionante In Absentia) en el sentido de que el narrador está obsesionado con lo que está haciendo en ese momento sin darse cuenta de que se está muriendo, y escribe una carta imaginaria a su familia, carta que nunca terminará ni enviará. Esta Obra acaba, como no puede ser de otra manera, en suspenso.

Steven Wilson es un gran multinstrumentista y se desata en este disco con guitarras, mellotron, órgano, bajo, dulcémele… acompañado por toda la banda en plena efervescencia: el (probablemente) mejor guitarrista actual Guthrie Govan, el gran batería Marco Minnemann, el fantástico bajista Nick Beggs o el enorme teclista Adam Holzman. En definitiva, un disco equilibrado que navega entre diversos géneros musicales y ofrece un sonido tan delicado y delicioso como íntegro. Música progresiva en su estado más puro.

Menú y maridaje

Steven Wilson es vegano. Empezamos por algo fresco, que ya hace mucho calor. Sorbete de Bloody Mary y gazpacho casero con tomates cherries asados, cebolla frita y espuma de hierbabuena. Patatas bravas acompañadas de un buen vermú. Tacos de maíz azul con aguacate y diferentes encurtidos. Puerros a la vinagreta con crema de kimchi mientras bebemos un vino rosado de albillo y garnacha. Rematamos con un seitán a la cerveza negra y fideuá de verduras braseadas junto a un vino tinto syrah, preferiblemente DO Abona. De postre brownie de remolacha y helado de calabaza con sus pipas garrapiñadas. La sobremesa debe continuar con vinos canarios…

Compañía

A quienes (no) estuvieron y hemos olvidado, a quienes (no) están y olvidamos, a quienes (no) estarán y olvidaremos.


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