!Atadme! !Atadme! Pronto y bien fuerte que no pueda mover un ápice de mi cuerpo amigos míos, !Sin duda esto es un tipo de maldición o funesto destino que algún dios ha dejado caer sobre nosotros!
!Y vosotros, coged todos un pedazo de cera y ponedla en vuestros oídos, no dejéis que esta melodía embriagadora turbe vuestra percepción y doblegue la voluntad más férrea de nuestro propósito irrenunciable por volver a Ítaca!
Y así nuestro héroe Odiseo (también conocido como Ulises), esquivaba a las sirenas y ninfas en el canto XII de La Odisea. Pero, ¿por que Ulises prefirió escuchar la canción embaucadora de las sirenas sabiendo de su poder perturbador y siniestro? ¿Acaso Odiseo pretendía desentrañar los misterios del poder maléfico de estos seres mitológicos? ¿Es posible que Odiseo se pusiera a prueba a si mismo y a su voluntad al enfrentarse con el poder mágico de la melodía seductora de las sirenas?
Ulises nos muestra el camino del guerrero en el viaje mas famoso de todos los tiempos recogido en La Odisea, obra escrita por el poeta griego Homero en el siglo VIII a.C. y compuesta por 24 cánticos.
Si bien el viaje de Ulises es un compendio de las virtudes del modelo helénico prototipo de hombre virtuoso también encontramos otras interesantes reflexiones respecto a la aventura de aquí nuestro héroe. Sin duda una de las mas fascinantes es el concepto de vuelta al origen, es un perpetuum en la historia del hombre, ¿acaso no nacemos, crecemos, nos multiplicamos y en la última etapa de la vida volvemos al estadio inicial a todos los niveles? ¿forma esta cualidad parte de la naturaleza humana así como el uso que hace Ulises de las virtudes adquiridas, la paciencia, el valor, la astucia, la sinceridad, el justo juicio? todo ello componen el mito, el héroe que regresa para derrotar a todos los rivales contrincantes que ansían el estatus y las propiedades del héroe como alegoría a las dificultades y adversidades que se presentan a lo largo del camino de la vida, que sin duda es, “el viaje”.
Por otro lado, es posible que la conciencia de Ulises en su inquebrantable deseo de volver al hogar contara con este sentimiento instalado en su yo mas íntimo y profundo y a su vez este le sirviera de guía, de rumbo, para orientarse a través de no solamente el entorno físico cambiante, sino como expresión manifiesta del orden mental de quien debe y puede erigirse en líder, héroe, mito, superando las adversidades que presentan los sucesivos enemigos y adversidades a lo largo del camino de vuelta a Ítaca, es pues, un camino de redención, un camino de superación, un elogio a la aventura de la vida materializado en la figura del héroe junto con Argo, el barco que los conduce, como objeto vehicular mediante el cual transcurre la acción a la vez que es entorno necesario para ubicar otro de los elementos importantes en el camino del héroe que son los compañeros en su viaje, los argonautas.
La incertidumbre de la vida, el fatum, ese misterio azaroso que designa el camino de cada uno necesita del dominio de la emoción a través de la razón, como propone Immanuel Kant, una razón sin límites que ejerce el dominio y control sobre el rumbo de cada ser humano a través de acciones lógicas y coherentes, representadas en el orden interior y exterior, como fin último antes de llegar al estado de ataraxia o la ausencia total de deseos, miedos, temores… (Aristóteles lo llamaba Nous, o estado contemplativo según el budismo) todas ellas han sido vencidas por las virtudes utilizando como brazo ejecutor la razón, sólo presente en el ser humano, único en su consciencia, consciente e inconsciente, atesorando pensamientos únicos y singulares en cada uno de nosotros.
…y mientras tanto, Penélope, la compañera amada y anhelada por Ulises, madre de su querido hijo Telémaco que tejía de día y deshacía de noche mientras esperaba el regreso de su amado. La más pura representación de la fidelidad y amor correspondido, piedra angular movilizadora de la voluntad de regreso de Ulises a través del amor como la fuerza mas poderosa del universo, capaz de desafiar todas las leyes físicas y ser así mismo motor de cambio, de progreso, y evolución de la especie humana. Invisible, inmaterial, pura química, cocktel misterioso y único que posee tanto el don de la transformación como el desencadenante de la locura mas ciega e irracional. Así pués, Penélope nos desafía, nos encumbra y nos seduce como las ninfas de las islas Sirenum scopuli (tres islas rocosas al sur de la isla de Capri). Según Nono de Panópolis (poeta griego del siglo V), Penélope se habría acostado con todos sus pretendientes (108 para ser exactos) y habría dado a luz a Pan, dios de la fertilidad, los pastores, rebaños y bosques, el mas antiguo de todos los dioses. Ciertamente no conocemos la ascendencia exacta de Pan puesto que otras fuentes afirman que este proviene de la unión entre el propio Ulises (e incluso Hermes se afirma) y Penélope, pero que en cualquier caso nos recuerda una vez más la ineludible necesidad humana de ser amado, ¿acaso una debilidad?, ¿es esta la fuerza motivadora de todo ser humano por encontrar un par?, ¿hay un camino hacia la muerte que merece ser recorrido en compañía solidaria junto a un igual?. Respecto a este último punto y para poner la balanza en justo equilibrio, si ciertamente sucediera que Penélope decidió gozar con todos sus pretendientes recordaremos al lector que Ulises también tuvo una aventura sexual extramatrimonial (forzosa por supuesto) con las diosas Circe y Calipso.
Quizás haya más preguntas que respuestas en esta breve reflexión dedicada al viaje de Ulises, en la aventura de la vida que es incierta, arriesgada a veces, que supone y necesita de elementos y herramientas endógenas y exógenas para la consecución de nuestro propósito, vivir una existencia limitada por nuestros sentidos y nuestras creencias en un mundo material, quizás, el verdadero viaje no está ahí fuera, y éste es sólo una consecuencia de nuestro propio viaje interior, el más importante y determinante de ellos.
Existir, vivir, sentir… yo, tu Ulises.
Buenísimo artículo que nos hace reflexionar sobre la debilidad, la vida en sí misma, los avatares que la hacen interesante y con ganas de vivirla; una muestra del magnífico buen hacer de esta página de internet y sus creadores; un texto enriquecedor. Bravo Juan José.