XXIX- Vencieron
Vencieron,
con sus armas adoradas
con sus tarjetas de crédito… vencieron.
Vencieron,
con su calma y su arrogancia
con su tiempo y su silencio.
Vencieron.
Vencieron con su ruido,
con el exabrupto constante
de sus fieles escuderos.
Vencieron.
Vencieron,
y alzando su cruel estandarte
llevaron la vida al destierro,
pero vencieron.
Vencieron a cada instante
con arrugas en la sangre
y caricias de terciopelo,
mas vencieron.
Vencieron,
y la sombra se hizo gigante
y mayor fue el desconsuelo,
aunque por un instante
al cerrar los ojos,
mudo quedó mi semblante,
levanté al cielo mi rostro
y entre lágrimas de nadie,
soñé que perdieron.
Pero no fue así, pues vencieron.