L- PERMISO PARA VIVIR
He bebido hasta matarme
y de muerte por obscenidad
está mi pecho herido.
He bebido hasta matarme
y mil veces he renacido.
Soy un alquimista, un superviviente,
una mandrágora envuelta en sábanas de lino.
Los adoquines de las calles
vagaron formando ríos,
alimentándose del barro de mi aliento,
un barro enhiesto, febril rocío.
Soy una caricatura disuelta
disfrazada de Guernica,
vestida de utopías aplazadas
de manos curando llagas
de lucha eterna contra el exilio.
He bebido hasta matarme
y mil veces he renacido.
Sigo en pie,
cojeando, borroso,
con el grito en el pecho
y las venas con viento enardecido.
He quemado la fragua del desaliento
me he arropado frente al frio
ya no muero cada noche
me doy permiso para la vida,
me doy permiso para estar vivo.