XXXV- Suicidio
Coges un cuchillo,
y te apuntas con él al corazón.
No sabes bien por qué pero lo haces.
Y piensas en lo fácil que es,
en tu fragilidad.
Te preguntas:
“Y si aprieto, ¿qué?”.
Luego dejas el cuchillo
coges el lápiz y la libreta,
y sigues escribiendo.